Siete consejos para pasar la navidad sin recaídas
Con diciembre llegan el frío y la esperada Navidad. Las señales son inconfundibles: Mariah Carey suena en cada tienda, Solo en Casa lidera el top 5 de Netflix, y comienzan las cenas de empresa y los intercambios de amigo invisible. Pero con todo ello, aparece también un fantasma que se esconde detrás de estas celebraciones, uno que puede resultar difícil de ignorar: el consumo de sustancias.
Por regla general, no debería haber ningún problema, pero... ¿qué ocurre si estamos en pleno proceso de deshabituación? Si somos adictos en recuperación, estas fechas pueden convertirse en un verdadero campo de minas emocionales y tentaciones difíciles de esquivar.
Por ello, vamos a hablar de las temidas recaídas en Navidad y compartiremos 7 consejos para disfrutar de estas fiestas sin tener que lamentar 'heridos'. Si no tienes claro qué es una recaída, te invitamos a echar un vistazo a nuestro artículo donde lo explicamos en detalle.
¿Cómo podemos pasar las navidades sin recaídas?
Estas fechas pueden generar una mayor sensación de descontrol y vulnerabilidad, especialmente si estamos enfrentando una adicción. A continuación, te proponemos 7 ideas prácticas que puedes aplicar para mantenerte firme en tu proceso.
Uno: Sé honesto contigo mismo y con tus seres queridos.
Es importante tomar conciencia de los peores momentos para ti en cuanto al consumo y comunicarlo a las personas con las que vas a pasar esos días. Muchas veces parece que es peor verbalizar el miedo y vivirlo en soledad, pero nada más lejos de la realidad. En estos casos puede llevarnos a establecer un plan con los seres que queremos y que nos acompañan en este proceso. Ábrete a ellos desde la sinceridad.
Dos: Haz una lista de las situaciones que más te cuestan.
Identifica y anota aquellos momentos específicos en los que te imagines consumiendo, como Nochebuena, Año Nuevo o cenas de empresa. Es fundamental anticiparse y reconocer estos escenarios de riesgo para estar preparados. Además, recuerda que el alcohol puede actuar como desencadenante: al producir desinhibición, puede facilitar el consumo de otras sustancias. Aunque no consideres que tienes una adicción al alcohol, su consumo puede ser un punto de partida para una recaída. Sé consciente y toma precauciones.
Tres: Reflexiona sobre con quién te imaginas consumiendo.
Por asociación, solemos tener amigos o familiares con los que hemos consumido en innumerables ocasiones, y estar cerca de ellos en ciertos contextos puede aumentar las tentaciones. Identificar quiénes son tus "disparadores" y en qué situaciones esto ocurre te ayudará a prepararte con antelación. Tomar conciencia de estas personas y momentos críticos te permitirá elaborar un plan de protección que te dé mayor seguridad para afrontar esos encuentros.
Cuatro: Evita los huecos vacíos organizando tus vacaciones.
A veces, tener días libres no se siente como un placer, sino como momentos de desesperación que pueden llevarnos al consumo. Por eso, es fundamental planificar actividades y momentos satisfactorios que te motiven y te mantengan ocupado/a. No dejes huecos que puedan ser llenados desde el impulso. Si puedes realizar estas actividades con alguien de tu entorno, será además una buena oportunidad para compartir tiempo acompañado y reforzar tus vínculos.
Cinco: Realiza planes que te satisfagan y no impliquen consumo.
Busca actividades que te gusten y te diviertan, no que te supongan una obligación o una presión añadida. Se trata de disfrutar y encontrar en esos momentos una verdadera alternativa al consumo, algo que te nutra emocionalmente y te aporte bienestar.
Seis: Planifica de antemano lo que vas a beber en los eventos.
Al igual que con las vacaciones, es importante no llegar a cenas o comidas y decidir desde el impulso qué beberás, ya que esto puede convertirse en un factor de riesgo. Si tienes claro de antemano lo que pedirás (como un refresco, agua con gas o algún cóctel sin alcohol), reducirás la incertidumbre y te sentirás más seguro y aliviado en la situación. Ten en cuenta esto incluso si tu droga de abuso no es el alcohol, pero estarás trabajando tu control de impulsos y, al mismo tiempo, evitarás la desinhibición que lleva al consumo.
Siete: Evita situaciones de alto riesgo y ten un plan alternativo.
Identifica qué momentos y lugares pueden suponer un riesgo elevado de consumo, como las quedadas de tardeo o las zonas de cañas con aglomeraciones que asocies al consumo. Sustitúyelos por planes satisfactorios que ya hayas preparado con antelación. Es importante que tu actividad alternativa sea activa y enriquecedora: no te quedes en casa mirando redes sociales y comparándote con los demás. El objetivo es disfrutar de tu propio plan y sentirte orgulloso de tus decisiones.
Sabemos que estas fechas son tiempos de alegría y de reencuentros con nuestro entorno, pero también es fundamental ser honestos con nosotros mismos. Identificar y reconocer cuáles son nuestros factores de riesgo y las herramientas de protección que tenemos a nuestro alcance nos permitirá disfrutar con mayor seguridad. De este modo, llegaremos a enero con la satisfacción de haber disfrutado al 100% de las Navidades, sintiéndonos fuertes y orgullosos de nuestro proceso.
Si sientes que estas vacaciones navideñas pueden ser momentos difíciles de afrontar sin consumo, te invitamos a leer este otro artículo donde profundizamos más sobre los motivos que nos llevan a normalizar los consumos en navidad.
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