Miguel Bosé y su método ¿infalible? para dejar las drogas

Si llevas una semana oyendo hablar de Miguel Bosé y comienzas a estar harto mejor no sigas leyendo. Si por el contrario no sabes de que va el asunto y quieres descubrir por qué el cantante de 65 años lleva una semana en el foco mediático y, al mismo tiempo, estas abierto a cambiar tus creencias previas sobre las drogas quédate. En este artículo nos centraremos en lo relativo al consumo de sustancias de su discurso que, desde luego, no tiene desperdicio.

Jordi Évole sienta en la butaca a Miguel Bosé con el objetivo de compartir impresiones acerca de diferentes temas de actualidad, así como de conocer detalles de la vida del cantante, cuya presencia en los medios se ha ido viendo disminuida con el paso de la última década.

Separada en dos partes, la entrevista que se pudo ver en el programa “Lo de Évole“ de La Sexta abarca la pandemia por la COVID-19, el negacionismo, las vacunas y lo que en este blog nos ocupa: El abuso de sustancias por parte del cantante durante una gran parte de su vida y su posterior y repentina recuperación.

Miguel Bosé afirma que llegó a consumir cada día dos gramos de cocaína, además de marihuana y éxtasis. Nada nuevo bajo el Sol. Aunque tirando de estereotipos, la mayor parte del público podía suponer que el cantante había abusado del consumo en algún momento de su vida, sin embargo, puede llegar a impresionar la cantidad y la periodicidad diaria. Miguel continúa compartiendo como entró al consumo:

Llamé a unos amigos de madrugada y les dije: ‘Quiero salir, quiero ir de fiesta’. Esa noche me tomé mi primera copa y me metí mi primera raya, que me salió baratísimo, me duró una semana.

- Miguel Bosé

Al escuchar esto hay que reconocer que lo pusimos en duda. Aunque puede ocurrir que el consumo se inicie, como en el caso de Miguel, de forma repentina, “una noche en mi casa decido llamar a unos colegas y consumir”, lo más habitual es que la entrada en el consumo sea algo gradual y de la que no nos damos cuenta. El consumo se va instaurando poco a poco como un hábito que nos sirve para evitar centrarnos en el malestar que sentimos o nos ayuda a lidiar con el día a día.

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Un ejemplo gráfico sería la metáfora de la rana. Si metemos una rana en agua hirviendo, la rana saltará en cuanto toque el agua. En cambio, si la metemos en una olla con agua tibia y poco a poco vamos calentando el agua, la rana casi no percibirá esta subida gradual y acabará hervida.

Miguel añade sobre su consumo:

Las drogas son unos estados que utilizados bien dan mucho conocimiento.... Pero cuando pasan a ser un consumo habitual, pierden ese sentido. Pensaba que era una parte necesaria, ligada a la creatividad. Pero cuando el consumo es habitual, las drogas dejan de ser un aliado y pasan a ser enemigos

- Miguel Bosé

Por ahora, todo más o menos bien, habla de alguno de los mitos de la droga, como la creatividad, el conocimiento y también de la realidad del consumo habitual y sus consecuencias.

Sin embargo, no es hasta que nos habla de la forma en la que abandonó el consumo cuando tenemos que buscar al árbitro y pedir que saque la tarjeta roja:

Lo dejé todo el mismo día, hace siete años. Subiendo unas escaleras hacia un escenario para un ensayo, mi road manager me dijo: “Está todo preparado”. Y yo le contesté: “Se acabó”. Todo lo dejé el mismo día, subiendo las escaleras de un escenario para un ensayo.

- Miguel Bosé

Llegando a este punto confirmamos nuestras sospechas, si Miguel Bosé ha sido capaz de abandonar en un día un consumo de dos gramos diarios de cocaína unida a otras sustancias, debe ser una especie de superhombre, alguien enviado del futuro y con otra genética. ¿Y el síndrome de abstinencia? Casi parece muy fácil ¿no? Demasiado.

¿Por qué nos sorprende esto?

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Para este equipo de psicólogos especializados en adicciones estas declaraciones resultan inverosímiles (pues el proceso de deshabituación a una sustancia suele ser bastante más complejo) y peligrosas (pues ayudan a romantizar e incitar al consumo, dando la impresión de que cualquier persona puede empezar y dejar la droga fácilmente). Tras varios años estudiando y tratando a personas con problemas de adicción y dependencia a diferentes sustancias, nos damos cuenta de que el cambio es un proceso complejo y gradual que no entiende de estrellas fugaces o toques de varita mágica.

También hemos aprendido que muchas de las personas que acuden a consulta con un problema de abuso de sustancias esperan ese “clic”. Ese toque mágico que les haga cambiar de parecer y decir, como Miguel: “ Se acabó”. Y la cruda realidad es esta: Hay gente que se muere esperando ese “clic”.

El consumo de sustancias de forma habitual y su posterior abandono es un asunto muy serio que va más allá de la fortaleza mental y física. En el caso de Miguel parece un acto de fe, milagroso, o un momento de fuerza extrema, pero es un proceso que consta de pequeñas fases y pasos de bebé, plagado de avances y también de tropiezos y “retrocesos“.

Una buena forma de ilustrar estas fases es el modelo transteórico del cambio de Prochaska y Diclemente (1984):

Entendemos cada fase como un estado en el que podemos transitar o movernos al siguiente.

Si estoy en una fase inicial, precontemplativa, ¿cómo puedo pasar a contemplativa?:

  • Empezar a ser consciente de las dificultades que tenemos en el día a día.

  • Contar el dinero que gasto en consumir.

  • Observar cómo han cambiado mis diferentes áreas personales: Familiar, laboral, pareja, amistades, educación, ocio, salud, higiene…

¿Cómo puedes saber si tienes un problema con una sustancia? Te recomendamos que leas este artículo sobre ello.

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Como vemos, cada cambio de fase va acompañado de un trabajo interior y es un proceso en el que podemos avanzar, bloquearnos y hasta retroceder. Los tropiezos son partes del proceso y no podemos tomarlo como señales particulares sobre mí.

Es habitual mandarnos mensajes negativos del estilo “soy así” “siempre seré así” “estoy roto y no tengo arreglo” que nos llevan a conformarnos tras un tropiezo y tirar la toalla. La realidad es otra, esos mensajes son trampas que el consumo y la adicción nos ponen para seguir consumiendo. La mayor parte de personas con un problema de adicción tiene estos tropiezos y son necesarios para avanzar.

El abandono de una sustancia va a depender de pequeños cambios que empecemos a instaurar, tanto en nuestra forma de pensar, de actuar o de comportarnos y no tanto de momentos mágicos.

Desde aquí nos comprometemos a acompañarte en el proceso y servirte de bastón durante las etapas que tendrás que recorrer, y así, poder decirle a Miguel:

“Y como un lobo voy detrás de ti, paso a paso. Paso a paso”

¿Tienes alguna duda?

Estamos encantados/as de ayudarte y responder a cualquier duda que te haya surgido con respecto al proceso de deshabituación de sustancias, asi como de escuchar tu opinión respecto al artículo. Ponte en contacto con nosotros/as a través del siguiente formulario y te responderemos tan rápido como nos sea posible.

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