¿Debería legalizarse el cannabis?

Últimamente ha surgido un debate entre la clase política que ha saltado a la calle: el de la legalización del cannabis.

Pero ¿Cómo se llevaría a cabo esta legalización? ¿Es beneficiosa para la economía? ¿Y para las personas con un problema de adicción? ¿Qué otros ejemplos tenemos a nuestro alrededor?

Desde algunas formaciones políticas se viene proponiendo desde hace un tiempo la posibilidad de legalizar el cannabis. En Alemania, sin ir más lejos, se ha propuesto desde el gobierno de coalición de centro izquierda empezar a permitir la distribución controlada de esta droga entre adultos.

En junio de este año el país germano terminó una serie de consultas entre expertos en salud, economistas y productores de cannabis. Con esta ronda consultiva han buscado allanar el camino legal para su legalización. Como vemos, los economistas son uno de los expertos consultados, porque, no nos engañemos, con esta medida no se busca avanzar en la lucha contra las adicciones o el narcotráfico sino dar un impulso a la economía, que, se prevé se estancará en los próximos años.

La legalización del cannabis se propone por motivos eminentemente económicos.

Las estimaciones hablan de una demanda anual de unas 400 toneladas de hierba a nivel nacional, la hacienda alemana ha calculado que ingresará unos 4700 millones de euros al año, además de dejar de gastar recursos policiales en perseguir a los consumidores de cannabis.

 

Legalización vs despenalización.

Como vemos una legalización ligada al mercado liberal, supone un ingreso para el erario público, pero si no es bien controlada puede acarrear muchos prejuicios sociales.

Por otro lado, tenemos la llamada despenalización, es decir, sin legalizar la droga como tal se deja de perseguir el consumo y de penarlo con sanciones administrativas.

Es el caso de nuestro país vecino, Portugal, que en 2001 despenalizó el consumo de todo tipo de drogas, y cuando decimos todo, es todo, desde la marihuana hasta la heroína.

Más de 20 años después ya podemos observar los beneficios sociales de esta medida: Se han reducido notablemente los contagios de VIH y las muertes relacionadas con sobredosis.

En el país luso, si a alguien se le encuentra una cantidad de droga (siempre que no sea tanta como para ser considerada tráfico) se le da una citación para un psicólogo público, tiene que acudir obligatoriamente, pero una vez allí el profesional le evalúa y se le da la oportunidad de seguir en terapia para librarse de sus adicciones. El resultado: un sistema de apoyo psicológico público con la consecuente mejoría de la salud mental colectiva.

El modelo portugués, al contrario que el de la legalización “comercial” ataja muchos de los problemas que puede ocasionar el consumo de sustancias, sin la posibilidad de que el estado se convierta en un “narco distribuidor”.

Sin un plan de salud pública, la legalización es un arma de doble filo.

También se puede hablar del modelo por el que han optado algunos de los estados de EEUU. En la mayoría de estos, se ha optado por una liberalización completa del mercado de la droga verde. Sin el estado ejerciendo apenas control, han proliferado las tiendas de venta de maría, de hecho algunas, en el estado de Washington, regalan marihuana con la compra de souvenirs de la ciudad, como camisetas o gorras.

Aún así, el estado sigue beneficiándose de esto, ya se han recaudado más impuestos de la marihuana que del alcohol. Y su uso se ha vuelto muy común. Por un lado, esto ayuda a romper el estigma que sufre el consumidor, pero por otro, en un país donde la sanidad pública brilla por su ausencia, y teniendo en cuenta los más que comprobados efectos nocivos del consumo de marihuana en la salud mental, esta forma de legalización parece más ideada para beneficiar a los diferentes lobbies sanitarios que para contribuir a la mejoría de la salud mental del consumidor y a la lucha contra el narcotráfico.

Si quieres aprender un poco más sobre los efectos nocivos del cannabis puedes leer el siguiente artículo.

Entonces… ¿hacia dónde debería ir la legalización?

Parece que en España el debate sobre la legalización y/o despenalización del cannabis aún es sólo eso, un debate, y todo parece señalar que va a transcurrir bastante tiempo hasta que sea una realidad, y más con la dificultad para el consenso que tenemos actualmente.

La legalización del cannabis debe reconocer los efectos nocivos para la salud de esta sustancia.

Sea como fuere, desde Ahora Psicoterapia, pensamos que la prohibición no es el camino, pero que cualquier proceso de legalización de cualquier droga tiene que contemplar los efectos nocivos para la salud de esta y debe estar encaminada a mitigar la estigmatización, a brindar apoyo psicológico del consumidor ofreciéndole oportunidades para terminar con la adicción en caso de que exista y a luchar contra el narcotráfico. Creemos firmemente que el objetivo final de la legalización no debe ser el beneficio económico a nivel de estado y, muchísimo menos, a nivel de empresa privada.

 

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