Pérdida, duelo y drogas. ¿Cómo prevenir el abuso de sustancias?
El duelo es un concepto que remite al conjunto de experiencias, emociones y pensamientos que se desarrollan en torno a la pérdida de un ser querido. Es una reacción natural frente a la percepción de esa pérdida. Puede incluir negación de la situación, enojo, tristeza, angustia, culpa.
Cada persona tramita esta difícil situación de forma diferente. La variedad de maneras con las que afrontar una pérdida dependerá de las características de la persona, personalidad, fortalezas, debilidades, apoyo social, recursos internos, habilidades sociales, capacidad de tolerar la frustración, resiliencia, etc.
Una pérdida altera la vida completa de la persona. Puede producir consecuencias físicas, psicológicas, sociales, conductuales.
¿Cómo es un proceso de duelo sano?
El proceso de duelo puede transitarse con angustia, desmotivación, frustración, desgano. Las actividades diarias se tornan difíciles de desarrollar. En este proceso, la mente se encuentra enfocada en la pérdida, en el ser querido que ha fallecido recientemente. En extrañar, en recordar. Aceptar esta realidad llevará tiempo; un tiempo diferente en cada persona. Mientras tanto, todo alrededor parece haber perdido sentido.
Con el tiempo, la persona podrá ir recuperando su estabilidad emocional y la capacidad para desarrollar su vida, trabajar, socializar, estudiar. En definitiva, volver a vivir, dándole un diferente significado a su relación con la persona fallecida, aceptando la nueva realidad.
Este desarrollo sano o esperable del proceso de aceptación de pérdidas significativas no siempre transcurre de esa manera.
En algunas personas, el dolor, la frustración o impotencia se hacen difíciles de tramitar de forma natural y sana. Sienten que por sí mismos no pueden encontrarle sentido a la vida tras la pérdida. Algunos podrán solicitar ayuda profesional, realizar terapia psicológica o iniciar un tratamiento psiquiátrico para afrontar el duelo.
La asistencia psicofarmacológica es un buen recurso para acompañar a la persona devastada por la pérdida. Sin embargo, esto debe realizarse en el marco de un tratamiento supervisado por un profesional de la salud.
Duelo y sustancias
Si una persona comienza a automedicarse, por ejemplo con pastillas antidepresivas o ansiolíticas puede ponerse en riesgo de empezar a relacionarse con ellas de forma abusiva o con dependencia.
No sólo las pastillas pueden ocupar un lugar predominante en el proceso de duelo frente a la pérdida de un ser querido.
Bebidas alcohólicas, cocaína, marihuana, son algunas de las drogas que erróneamente pueden ser percibidas como compañeras necesarias dentro de un proceso de duelo no resuelto sanamente.
Popularmente se vincula el consumo de alcohol con “ahogar las penas”. Lee este artículo si quieres saber si tienes un problema con el alcohol. La cocaína es vista como un estimulante para mejorar el humor y la marihuana como una solución para relajarse o estar alegre.
Desde estos mitos y erróneas concepciones, el uso de drogas puede verse como una ayuda para afrontar tan devastadora situación.
Apoyadas en estas creencias, las personas pueden hacer del uso de drogas un recurso al cual acudir para aliviar el peso del dolor emocional. En situación de vulnerabilidad por la crisis que una pérdida genera, el uso de sustancias puede establecerse como un remedio necesario para lograr sentirse un poco mejor. En realidad, lo que se logra es entrar en un estado de anestesia temporal del dolor por los efectos psicoactivos que la droga genera.
Además, más allá de los efectos desinhibitorios o estimulantes de las sustancias, también producen un efecto depresor, conocido como bajón, el cual puede potenciar la angustia del proceso de duelo.
El uso de sustancias en situación de duelo:
Produce una falsa sensación de bienestar. Ésta es seguida de una sensación tristeza o de vacío, potenciada por los efectos desagradables y no deseados de las drogas.
Puede pasarse del uso al abuso. Esto significa que la persona no logra controlar su consumo y éste se torna excesivo, desmedido, sin límites.
Además, de consecuencias físicas y psicológicas, el abuso de sustancias puede traer nuevos problemas: dificultades para realizar las actividades cotidianas, problemas en el trabajo o estudio, conflictos vinculares, accidentes.
El abuso de drogas puede transformarse en dependencia, si la persona piensa que necesita de las sustancias para estar mejor y si no consume siente malestar, inquietud, ansiedad.
El uso y abuso de sustancias en un proceso de duelo sólo provocarán que éste no logre tramitarse de forma sana y natural. Podrán actuar como una anestesia emocional que permita evadir de la dolorosa realidad.
Además, podrán producir consecuencias negativas en la vida completa de la persona en situación de duelo.
¿Cómo prevenir el abuso de sustancias en tiempos de dolor?
Si estás atravesando un proceso de duelo:
Pide ayuda a familiares, amigos. Intenta no aislarte. Vivir un proceso de duelo es complejo. Tener acompañamiento es clave para transitarlo con contención y de una forma más saludable.
Acepta las emociones y pensamientos que tienes en este momento., ya que son reacciones naturales y propias del proceso que atraviesas. Es esperable sentir rabia, desilusión, impotencia, confusión, tristeza.
Evita el consumo de sustancias psicoactivas, como alcohol, marihuana o cocaína. El duelo no se supera de la mano de las drogas.
Si tienes problemas para conciliar el sueño, realizar actividades diarias o te sientes muy desganado y triste acude a un profesional de la salud antes de optar por medicarte por tu cuenta.
Intenta realizar conductas de autocuidado: alimentación adecuada, higiene personal, descanso necesario.
Intenta retomar de a poco tus actividades cotidianas, trabajo o estudio.
Comienza alguna actividad que te genere bienestar, como una actividad deportiva, recreativa o social.
Si te encuentras en un proceso de duelo y tienes un problema con el consumo de sustancias, en Ahora podemos ayudarte. Puedes pedir una primera consulta gratuita aquí.
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