Creo que mi pareja tiene un problema con los porros

Mi pareja fuma porros. Siempre lo ha hecho, cuando le conocí ya lo hacía. Pero en algún momento empecé a preocuparme. ¿Tengo derecho a decirle algo? ¿O sería injusto de mi parte exigir un cambio?

Si alguna vez has tenido este dilema, no estás solo/a. Tal vez lo has pensado mil veces, solo para acabar convenciéndote de que no es un problema real. Pero ahora imagina que no se tratara de cannabis, sino de otra sustancia o comportamiento… ¿Seguirías dudando?

La normalización del consumo de cannabis en nuestra sociedad es innegable. Según el INE, un 15,49% de jóvenes de entre 16 a 24 años consumen cannabis en nuestro país. No podemos olvidar que hablamos de una sustancia que actualmente es ilegal tanto su comercialización como su uso. Se llega incluso a minimizar sus efectos y consecuencias y a no considerarse una droga, ya que esa definición está más enfocada a sustancias como la cocaína o el MDMA. Se rebaja la importancia y se quita de esta manera el foco en todo lo que se encuentra alrededor.

Piensa en cuántas veces se justifica su uso: después de un mal día, para celebrar un buen momento, en reuniones con amigos, antes de dormir, para calmar la ansiedad tras un conflicto… Con el tiempo, el consumo deja de ser una elección ocasional y se convierte en la única estrategia de afrontamiento. Y eso, sin mencionar los trastornos del sueño que pueden surgir debido al consumo nocturno, produciendo dependencia para iniciar el sueño.

Si al leer esto no te identificas a ti mismo, pero sí a tu pareja, quédate con nosotros. Este tema merece ser hablado. Y si, en cambio, te ves reflejado en estas palabras, te recomendamos leer este artículo para comprender mejor tu relación con el cannabis.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Por qué no me he dado cuenta antes?

Como mencionamos al inicio del artículo, tal vez en más de una ocasión te has sorprendido a ti mismo dándole vueltas a este tema… solo para acabar evitando profundizar y buscando justificaciones para olvidarlo.

Una de las razones por las que a las parejas les dificulta poder expresar esta preocupación, es porque el consumo se inició antes de empezar la relación. A lo largo del tiempo se dan cambios y evoluciones, pero en cuanto al consumo, parece que haya algo escrito en lo que no se puede tocar, un acuerdo que no recuerdas haber firmado. Lo que tienes claro, es que algo en tu mente te da alarmas de que no quieres seguir así. Entonces, ¿por qué silencias ese pensamiento en lugar de darle la importancia que merece? Puede que el miedo a que la conversación quede en saco roto te frene, pero, al fin y al cabo, ¿no se trata de eso una relación de pareja, de poder expresar las preocupaciones?

Otra justificación frecuente para no hablarlo es pensar: "El resto de sus amigos también fuma, yo mismo lo he hecho alguna vez… ¿quién soy para decir algo?" O quizás te preocupa que parezca que intentas alejarlo de su grupo, temiendo quedar como alguien exagerado. Pero la verdad es que los vínculos afectivos van mucho más allá del consumo, y dejar de fumar no significa perder amistades.

Por último, ¿tú también consumes porros y has pensado en dejarlo, pero sientes que la presencia de tu pareja fumando te frena? Si alguna vez has querido parar y él o ella sigue fumando y ofreciéndote, ¿por qué no cambiar juntos? Pregúntate: ¿cuántas veces has roto tu abstinencia por seguirle? Tal vez sea el momento de replantearlo.

¿En qué puedo fijarme si sospecho que mi pareja tiene un problema con los porros?

Si tienes dudas sobre si el consumo de cannabis de tu pareja se ha convertido en un problema, hay ciertas señales que pueden ayudarte a identificarlo.

Despistes y lentitud mental. ¿Te das cuenta de que le cuesta responder, concentrarse o reaccionar? Si de repente tiene dificultades para seguir una conversación, entender una serie o recordar cosas simples, y esto no solía ocurrir, el consumo podría estar afectando su capacidad cognitiva.

Discusiones e irritabilidad. El cannabis no solo enlentece la respuesta mental, sino que también puede generar frustración en la persona cuando se le pregunta qué le ocurre. Puede reaccionar con enojo ante preguntas simples o mostrarse irascible ante situaciones que normalmente no supondrían un problem

Sensación de ser juzgado o paranoia. En eventos sociales, puede expresar que siente que lo están mirando o que la gente lo está juzgando. En casos más intensos, puede incluso llegar a tener pensamientos paranoicos sobre su entorno.

Desapariciones sin explicación clara. Si hay momentos en los que desaparece sin dar explicaciones concretas o si sus historias sobre dónde ha estado no terminan de encajar, es posible que esté dedicando ese tiempo a comprar y consumir.

Aislamiento social. A medida que el consumo se vuelve más frecuente, es común que la persona comience a evitar reuniones familiares, planes con amigos o actividades que antes disfrutaba. Prefiere quedarse en casa o solo con personas que también consumen.

Falta de iniciativa y síndrome amotivacional. El consumo habitual puede hacer que la persona pase largos períodos sin hacer nada productivo. Se queda "apalancado", sin ganas de moverse, postergando actividades y responsabilidades. Pero más allá de la simple pereza, el cannabis también puede generar un síndrome amotivacional, donde la persona pierde el interés por cosas que antes le motivaban: estudios, trabajo, proyectos personales… Poco a poco, todo le da igual y la apatía se convierte en su estado habitual.

Uso del cannabis como única forma de relajarse. Si tu pareja consume porros cada vez que está estresada, ansiosa o triste, sin recurrir a otras estrategias saludables para gestionar sus emociones, esto puede ser una señal de dependencia psicológica. Con el tiempo, puede volverse incapaz de afrontar problemas sin recurrir al consumo.

Los ojos. Una de las señales principales del consumo de porros es el enrojecimiento de los ojos. Esto se debe a que el consumo provoca un ensanchamiento de los vasos sanguíneos del ojo. Una de las excusas de los consumidores es que están rojos por patologías como las alergias, pero si no se rasca ni le pica… algo huele a mentira. Otra de las señas oculares del consumo es la sensación de caimiento. Es decir, verle los ojos como si se acabase de levantar o con cansancio.

Pérdida de interés en actividades previas. Si antes disfrutaba de ciertos hobbies (deporte, música, lectura, viajes, etc.) y ahora parece haberlos dejado de lado en favor del consumo, esto puede ser una señal de que el cannabis está ocupando un lugar central en su vida.

Cambios en el apetito. El cannabis puede generar dos extremos: un hambre descontrolada con antojos de alimentos calóricos y dulces, o una falta total de apetito. Si notas patrones irregulares en su alimentación después de consumir, es una señal a tener en cuenta.

Dificultades para reducir o dejar el consumo. Si en algún momento ha dicho que quiere reducir el consumo, pero no lo consigue, o si se pone a la defensiva cuando se menciona la idea de dejarlo, es posible que exista una dependencia mayor de la que admite.

¿Qué puedo hacer para ayudar a mi pareja a dejar los porros?

Seguramente sientes una mezcla de emociones: agobio, culpa, tristeza e incluso la sensación de que, solo por pensar en esto, estás traicionando a tu pareja. Es normal. Pero, a veces, toda esta carga emocional se acumula y termina saliendo de golpe en forma de discusiones, reproches o enfado… y al final, el problema sigue ahí, sin resolverse.

El paso más importante que puedes dar es expresar tu preocupación y emociones de manera tranquila y sin ataques. Para que esta conversación sea efectiva, ten en cuenta estos puntos clave:

1. Habla desde tus propias emociones.

En lugar de acusar o señalar, expresa cómo te sientes. Usa frases como:

  • “Me preocupa…”

  • “Me da miedo…”

  • “Siento que…”

Esto hará que tu pareja no se sienta atacada y esté más abierta a escucharte.

2. Explica por qué te sientes así.

No se trata solo de decir que estás preocupado/a, sino de explicar en qué momentos exactos notas que hay un problema. Puedes decir algo como:

  • “Porque veo que no hay un solo día en el que no fumes…”

  • “Porque siento que cada vez te cuesta más dejarlo, aunque lo hayas intentado…”

  • “Porque noto que el cannabis está afectando nuestra relación y tu bienestar…”

Al dar ejemplos concretos, ayudas a tu pareja a ver la situación desde otra perspectiva.

3. No esperes un cambio inmediato.

Es posible que, tras esta conversación, tu pareja no reaccione de inmediato ni decida dejar de fumar en el acto. Lo importante es que sepa que estás ahí, desde el amor y la comprensión, para apoyarle. Tu objetivo no es forzar un cambio, sino sembrar la semilla de la reflexión.

4. Pon tus propios límites.

Si el consumo de tu pareja está afectando tu bienestar emocional, también es válido que te preguntes qué necesitas tú en esta relación. Apoyar no significa permitir que algo que te duele se mantenga indefinidamente. Reflexiona sobre hasta dónde estás dispuesto/a a acompañar en este proceso y qué necesitas para sentirte bien.

¿Que hago si mi pareja no reconoce que tiene un problema con los porros?

Recuerda, Zamora no se ganó en una hora. El primer paso es que la persona acepte que tiene un problema con el consumo, parece ser muy fácil a priori, pero es uno de los momentos más complicados y que pueden tardar en llegar.

Una de las recomendaciones que te proponemos desde aquí, es que contactes con un profesional especialista en adicciones que pueda evaluar tu caso y darte también herramientas para gestionar esta situación y poder apoyar a tu pareja para dar este cambio.

En Ahora Psicoterapia podrás tener una primera cita con un psicólogo colegiado de forma gratuita para que puedas explicarle tu caso. Sin que tu pareja asista a la cita estudiaremos tu situación y diseñaremos una estrategia para hacerle ver su problema y que finalmente acuda a terapia. Además, podrás tener esta cita online, garantizándote la privacidad y la comodidad de estar en casa sin tener ir a un centro de terapia al que no te apetece ir. Accede a tu primera sesión online gratuita a través de este enlace.

¿Que hago si mi pareja reconoce que tiene un problema con los porros?

En este punto, tu pareja es como Don Quijote luchando contra los Molinos, para ello es de vital importancia que sepa que estás ahí para acompañarlo y que haya una buena comunicación tanto emocional como de las opciones que podéis realizar para comenzar cuanto antes.

En Ahora Psicoterapia te ofrecemos una primera sesión gratuita para informarte de cómo podemos ayudarte a afrontar esta situación y dejar la adicción. Además, el tratamiento se realiza online, por lo que tu pareja podrá sentirse más cómodo al no tener que salir de casa o asistir a un centro de terapia al que no quiere ir. Accede a tu primera sesión online gratuita a través de este enlace.

 
 

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Estamos encantados de ayudarte y responderte a cualquier duda que te haya surgido sobre el consumo de cannabis de tu pareja. Ponte en contacto con nosotros a través del siguiente formulario.

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