Lo que el juego y las apuestas esconden
¿En qué momento se pasa de “jugar” a apostar de una manera más seria? ¿Qué es lo que genera una adicción en las personas a esta actividad? ¿Quiénes son los responsables de la situación problemática en torno al juego de la que estamos siendo testigos actualmente? ¿Ayuda a liberarse de algún tipo de malestar? ¿Se puede frenar el aumento del uso de este tipo de actividades?
Quédate a leer lo que tenemos que contarte e intentaremos responder a estas preguntas y a más, juntos/as.
Las cifras nos muestran la situación actual del juego en nuestro país, aproximadamente un 90% de las personas con un juego patológico, sabe que jugar es malo o perjudicial para su salud y aun así lo sigue haciendo. España está a la cabeza en Europa de número de personas con ludopatía entre 14 y 21 años. Un 30% de nuestros jóvenes están “enganchados” a este tipo de ocio.
La preocupación por este problema cada vez llama a más puertas de familias en barrios obreros, debido a la avalancha de aperturas de casas de apuestas. Estas en muchos casos se colocan cerca de institutos ¿Casualidad? El poder que tienen estas empresas es cada vez más grande, hasta el punto de que pueden incluso permitirse que figuras públicas o equipos de fútbol, promocionen una actividad de dudoso beneficio para nuestra salud mental y psicosocial.
Comienzo y efectos en el cerebro
Se esta viendo que los primeros “debuts” en este tipo de actividad, suelen venir de la mano de la socialización y es que cada vez más nuestros jóvenes utilizan este tipo de actividad como vínculo de unión con otros o como moneda de cambio en interacciones sociales. Esto se ve alimentado como comentábamos antes por el hecho de que diferentes figuras públicas le dan indirectamente su visto bueno participando en publicidad para dichos espacios.
Ahora si queremos conocer más profundamente qué está pasando en el cerebro de las personas para que se pueda llegar a generar una adicción al juego y a las apuestas, tenemos que empezar a hablar de neurotransmisores. Concretamente del sistema de recompensa, un grupo de estructuras cerebrales encargadas de hacer posible que podamos sentir placer. Cuando se apuesta o se juega a juegos de azar, se provoca un exceso de producción de dopamina en este sistema cerebral, lo que provoca la adicción.
Adicción sin sustancia pero con consecuencias
Podríamos pensar que, al ser una adicción sin sustancia, esta es “menos mala” o perjudicial para nuestra salud, pero esto no es del todo cierto ya que el hecho de desarrollar este tipo de adicciones afecta a diferentes áreas de nuestras vidas. Como pueden ser:
Salud, debido a que como consecuencia de la dependencia a este tipo de actividades podemos empezar a sufrir problemas de estrés, ansiedad, soledad, estados emocionales desagradables (frustración, enfado o irritabilidad) prolongados en el tiempo.
Social, ya que nuestro grupo de apoyo o de iguales puede no querer ser partícipe de ello o incluso rechazarlo y por ello generar situaciones de conflicto, rompiendo así vínculos. Esto es llamativo y a la vez paradójico porque como mencionábamos antes el consumo de este tipo de actividad puede venir motivado por la búsqueda de una cercanía social con otros.
Laboral, en ocasiones el desarrollo de una adicción al juego puede tener efectos en nuestro trabajo, se puede empezar a faltar o a desatender tareas, como también a ser menos efectivos debido a el cansancio y el estrés.
Académica, en el caso de los jóvenes y no tan jóvenes que estén en el proceso de obtener algún título académico. De manera similar a las consecuencias que puede tener esto en el área laboral, el cansancio, el estrés, las emociones desagradables pueden terminar por afectar a nuestro rendimiento académico.
Familiar, en muchas ocasiones las personas con adicción al juego o ludopatía pueden optar por la opción de pedir repetidamente dinero a familiares o por la siguiente opción algo más grave, que puede ser la de robar dinero a personas cercanas (familiares y amigos) para poderse permitir su necesidad.
Económica, también paradójicamente debido a que como todos sabemos una de las premisas principales de los juegos de azar por la que la mayoría de personas los prueban, es la promesa de dinero fácil y rápido. Pero lo que se sabe es que la probabilidad de endeudarse es bastante más alta que la de ganar.
¿Por qué pasa más en barrios obreros?
Los casinos y las casas de apuestas, no son entidades sin un plan. La razón por la que ofrecen sus servicios cerca de los barrios obreros o cerca de institutos es por que tienen identificado su objetivo. ¿Qué personas pueden necesitar o les puede llamar la atención el dinero fácil y rápido? Efectivamente, personas jóvenes, con bajos recursos y baja formación. Estos espacios venden la obtención efectiva y eficiente de algo que es una necesidad en nuestro sistema y un quebradero de cabeza o malestar para muchos, el dinero. Obviando el hecho de que si no ganas probablemente acabes peor de lo que empezaste.
Esto genera una rueda de producción de dinero para casinos y bancos, pero no para las personas que terminan desarrollando una adicción al juego. Dejando así a los/as posibles afectados sin amparo ya que en nuestro país por el momento no se invierte en la creación de otro tipo de ocio accesible para las personas jóvenes a modo de prevención o en programas de intervención para los problemas ya generados.
¿Tienes alguna duda?
Si crees que alguien cercano a ti puede haber desarrollado o estar desarrollando una adicción al juego, estamos encantados/as de ayudarte y responder a cualquier duda que te haya surgido con respecto a este tema. Ponte en contacto con nosotros a través del siguiente formulario y te responderemos tan rápido como nos sea posible.