“Mi pareja me ha puesto un ultimátum, o dejo mi adicción o ella me deja a mí”.
Tu familia, tus amigos, tu pareja, tus hijos, tu trabajo… es posible que en ocasiones te des cuenta, o te hagan ver, que no les estás prestando la atención que merecen o que no estás disfrutando de ellos como se supone que deberías.
Esta situación es frecuente en personas con problemas de adicción y, aunque creas que en un primer momento tu conducta compulsiva se encuentra desvinculada de tu contexto familiar, social, laboral o de pareja, es bastante común que a medio o largo plazo te muestres más irritable, desconectado o dejado en todos los ámbitos de tu vida.
Suele describirse como una sensación de pérdida de rumbo o de metas. Si este es tu caso queremos que sepas que no estás solo. Podemos ayudarte.
Otras frases con las que es probable que te identifiques son las siguientes:
“He intentado dejarlo por mi cuenta pero no lo he conseguido”.
“Creo que mi problema no es tan grave como el de otra gente, pero debería dejar de consumir“.
“La situación en casa es insoportable, están preocupados por mí aunque yo no veo el problema”.
“Aunque ya llevo un tiempo sin consumir, anímicamente no consigo encontrarme bien del todo“.