¡Prohibido fumar! ¿”Generación sin humo”?

A partir de 2027, el Reino Unido planea prohibir la compra de tabaco a todas las personas nacidas después del 1 de enero de 2009. Esta medida, bastante polémica, nos lleva a cuestionarnos si realmente es la solución adecuada o si deberíamos considerar otras variables que influyen en el consumo de tabaco.

¿Es la prohibición de fumar la mejor medida contra el tabaco?

En España, aunque la venta de tabaco está prohibida para menores de 18 años, la realidad muestra otra cosa. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la edad media de inicio en el consumo de tabaco en todas las Comunidades Autónomas es inferior a los 18 años, situándose en promedio por debajo de los 15 años. Esto plantea la pregunta: ¿realmente está funcionando la prohibición?

Analizando los datos, podríamos concluir que la prohibición está dando resultados positivos. Desde 1996 hasta la actualidad, ha habido una disminución significativa en el número de menores que comienzan a fumar y mantienen este hábito, registrándose en 2023 la tasa más baja. No obstante, esta interpretación puede ser engañosa. Nunca se ha permitido el consumo de tabaco entre menores, pero se han implementado leyes cada vez más restrictivas para los adultos.

Entonces, ¿realmente es la prohibición la clave, o son las medidas adicionales las que están marcando la diferencia?

Evolución de las leyes antitabaco en España

En España, hemos estado sumando leyes que restringen el uso del tabaco desde al menos 1988:

  • 1988: Prohibición de fumar en colegios, hospitales, teatros, cines, ascensores, entre otros sitios.

  • 1988: Prohibición de la publicidad de tabaco en la televisión.

  • 1992: Prohibición del uso de tabaco en vuelos de menos de 90 minutos.

  • 1999: Prohibición de fumar en aviones de origen y destino España y autobuses interurbanos.

  • 2005: Prohibición de fumar en todos los centros de trabajo, incluyendo establecimientos de hostelería sin zonas separadas para fumadores.

  • 2010: Prohibición de fumar en todos los locales públicos de ocio, sin distinción entre espacios de fumadores y libres de humo. También se prohibió fumar en las puertas de hospitales, parques, colegios, bingos y casinos.

Desafíos persistentes

A pesar de estas restricciones, el acceso al tabaco por parte de menores sigue siendo una realidad, y no necesariamente a través del mercado negro. Factores como amigos, familiares o comercios legales que no cumplen con la ley facilitan el acceso al tabaco a los menores.

Esto nos lleva a una conclusión importante: la concienciación sobre nuestra salud y el impacto que podemos tener en la salud de los demás es una asignatura pendiente. Es fundamental que, además de las prohibiciones y restricciones, trabajemos en educar y sensibilizar a la población sobre los riesgos del tabaco y la importancia de respetar las normativas para proteger a las generaciones más jóvenes.

La incorporación de los cigarrillos electrónicos a la ecuación

Los cigarrillos electrónicos tienen una prevalencia actual entre nuestros jóvenes de mas de un 45%. Es decir, casi la mitad de los menores de 18 años han hecho uso a lo largo de este último año de estos aparatos. ¿Podríamos pensar que la menor prevalencia actual de menores que fuman tabaco ha sido sustituida por los cigarrillos electrónicos? Si es así, volvemos a la importancia de la asignatura pendiente sobre la concienciación de la salud colectiva.

Educación y concienciación

Aunque hay menos consumidores de tabaco, los jóvenes siguen empezando a fumar a las mismas edades de siempre. Las prohibiciones no han cambiado esto, y aunque se sabe que fumar es perjudicial y puede ser mortal, ¿hasta qué punto son conscientes de las consecuencias más allá de la muerte? ¿Cuántas personas entienden que incluso fumar ocasionalmente puede causar problemas de salud?

El pensamiento de "por uno no pasa nada" es una trampa común. El sistema de recompensa del cerebro ya se ha activado con ese primer cigarrillo.

Nuestros jóvenes son los adultos del futuro. A pesar de los esfuerzos por crear una generación sin humo, la prohibición por sí sola no ha impedido que los jóvenes de ayer se conviertan en adultos fumadores hoy.

La diferencia la marcan la concienciación sobre los efectos secundarios y la creación de hábitos saludables desde la infancia. Educar en hábitos funcionales y emocionales puede decidir si un adolescente coge su primer cigarrillo o no, y si un adulto continúa fumando o empieza a hacerlo tras la mayoría de edad.

Es esencial asumir la responsabilidad personal y educativa sobre estas conductas. No podemos delegar esta tarea únicamente al Estado. La erradicación del tabaquismo en la sociedad dependerá de nuestra capacidad para educar y concienciar adecuadamente a las futuras generaciones.

Algunos aspectos económicos

  • Impuestos sobre el tabaco: En 2022, España recaudó 8.965 millones de euros en impuestos sobre el tabaco, un aumento del 2% respecto al año anterior. Sin embargo, esta cifra es baja en comparación con otros países europeos.

  • Costes en Sanidad: El gasto en problemas de salud derivados del tabaco representa aproximadamente el 10% de la inversión en sanidad en España, superando los 8.000 millones de euros. Los costos asociados con las bajas laborales y el tiempo perdido también son significativos.

Quizás sería mas interesante valorar si la inversión económica en la concienciación y prevención del uso de tabaco o derivados sería mas viable, económica y largo-placista. Curar es mas complicado y caro que prevenir. ¿Qué impide realmente a nuestra sociedad y gobiernos a realizar esta inversión real en la prevención? ¿Realmente sale mas a cuenta tener a una sociedad enferma por el dinero que ganan por las tabacaleras? Aparentemente no, ¿Qué nos estamos perdiendo?

¿Cuál es la posición social de las personas nacidas a partir de la fecha en UK?

Los inicios del cambio siempre son complicados, sobre todo para esas personas con las que se inicia el cambio: primeros divorcios; primeros matrimonios homosexuales; adopciones en familias no heteronormativas; alumnos de primera promoción de grado; primeras personas que reciben las primeras vacunas contra el COVID-19… En mayor o menor grado, hay mucha incertidumbre pero, sobre todo en según qué colectivos, llega a ver mucho rechazo por parte de la sociedad por ese mismo desconocimiento. Por suerte, la experiencia nos dice que se va normalizando, lo que es una novedad en un momento, conforme pasa el tiempo, se convierte en norma.

Esto no quita que se vaya a generar un rechazo por parte de los afectados a esta norma, sobre todo por ser algo impuesto y no elegido, y que puedan llegar a sentirse vulnerables y limitados ante el resto de población. Se coarta la libertad de decidir y se puede potenciar las conductas ilegales desde la rebeldía, tal y como vemos hoy en día en nuestros adolescentes.

Conclusión

Las normas de restricción, aparentemente, si estan teniendo resultados favorables, no así las prohibiciones totales.

Como sociedad deberíamos luchar y trabajar por una información veraz, crítica y por la libertad de elección, inculcando a nuestros menores estos valores junto con los de un estilo de vida saludable. Somos responsables del ejemplo que damos a los demás, no así de lo que los demás acaban decidiendo hacer.

Las prohibiciones sin mas solo limitan a unos, teniendo a otros como ejemplo, en muchas ocasiones, de dudoso valor. Eduquemos en salud.

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